Protégete siempre del sol
El primer consejo, fundamental e ineludible para prevenir las arrugas es usar protección solar durante todo el año y a diario. Desterremos de una vez por todas la idea de que el protector solar solo se usa en verano y en la playa o la piscina (1).
El sol es el principal responsable del foto-envejecimiento cutáneo y también de provocar manchas y enfermedades cutáneas graves.
Para prevenirlo, lo ideal es usar un fotoprotector de amplio espectro y protección alta (50) o muy alta (50+), según tu foto-tipo de piel (2), siempre después de tu crema antiarrugas.
Es importante renovar su aplicación cada dos horas cuando te expongas directamente al sol, sobre todo en verano.
Recuerda que en los días nublados también sale el sol. La radiación sigue incidiendo en la piel porque se filtra a través de las nubes (3).
Evita los baños de sol artificial
Si abusas de los soláriums que ofrecen baños de rayos ultravioleta podrías estar provocando un envejecimiento prematuro en tu rostro así como la aparición de manchas marrones y un adelgazamiento de la piel (4).
Evita el tabaco
Fumar es uno de los mayores responsables del envejecimiento prematuro. Las toxinas del humo del tabaco también inciden en la piel, evitando la oxigenación y apagando el tono (5).
Algunos estudios afirman incluso que las personas fumadoras presentan pieles con mayor cantidad de arrugas y estas aparecen antes que en las que no fuman.
Así que si quieres hacerle un favor a tu piel, a tu salud y a tu calidad de vida, plantéate dejarlo.
Evita los cambios bruscos de peso
Perder o ganar peso muy rápidamente hace que la piel se esté encogiendo y estirando constantemente, lo que hace que los fibroblastos acaben rompiéndose y aparezcan no solo arrugas sino también estrías (6).
Además, a medida que envejecemos la piel es cada vez menos elástica y no puede recuperar su tonicidad y vitalidad tras cada cambio de peso, por lo que los signos derivados serán posiblemente irreversibles.
Bebe agua frecuentemente
La hidratación de la piel empieza en tu interior. Somos un 70% de agua, por lo que beber al menos 2L al día es crucial para que el organismo y también la piel se mantengan correctamente hidratados.
Intenta no dormir de lado
Aunque te sorprenda, dormir boca arriba es una manera de prevenir la aparición de arrugas.
Cuando dormimos de lado, las marcas de la almohada sobre el rostro pueden convertirse a la larga en arrugas y líneas de expresión permanentes debidas al roce continuado.
Utiliza gafas si las necesitas
Si necesitas usar gafas y no las llevas, cuando no ves bien, puedes acabar realizando ciertas expresiones faciales con los ojos que pueden crear arrugas permanentes, como la típica del entrecejo.
Sigue una dieta equilibrada
Una alimentación variada y equilibrada, con un elevado porcentaje de frutas y verduras de temporada, cereales integrales y semillas, asegurará el aporte de vitaminas y nutrientes idóneos para que tu piel mantenga unas condiciones óptimas (7).
Mantén a raya el alcohol, las bebidas azucaradas y los alimentos procesados, con alto nivel de azúcar blanco o grasas hidrogenadas, todos ellos auténticos enemigos de tu piel.
Reduce tus niveles de estrés
Sabemos que reducir el estrés en según qué momentos no es fácil, pero al menos inténtalo.
Además de que el nerviosismo y la ansiedad pueden ser también la causa de la aparición de brotes cutáneos, cuando estamos nerviosos tendemos a hacer gestos faciales (como fruncir el ceño o apretar las mandíbulas) que pueden generar arrugas a largo plazo.
Sigue una rutina facial adecuada
Los cuidados cosméticos son también fundamentales para prevenir las arrugas. Es importante adoptar una rutina que fundamentalmente incluya cuatro pasos: limpieza, hidratación, nutrición y protección solar.
Pero, sobre todo, la clave para que funcione es la constancia.
No olvides aplicar tus productos de cuidado facial a diario y verás como tus cosméticos dan los resultados esperados, ayudándote a mantener una piel joven día tras día.