Limpia la piel de día y de noche
La limpieza es un paso imprescindible en tu rutina si quieres que tu piel esté más joven y saludable así como más resistente ante los signos de la edad.
Si la piel no está correctamente limpia, tendrá impurezas que taponarán los poros y no permitirán que los beneficios de las cremas antiarrugas penetren totalmente.
Pero eso no es todo.
A partir de los 30 años, cuando las primeras arrugas empiezan a aparecer, es importante elegir un limpiador que ayude a mantener los lípidos de la barrera natural de hidratación (1) de tu piel para que se encargue de sellar la hidratación.
Con el paso de la edad, las glándulas sebáceas disminuyen su producción, lo que provoca que la hidratación no se selle totalmente en la barrera cutánea y la piel esté más áspera, así como deshidratada. Esto no solo comporta un tono apagado sino que favorece la aparición de arrugas.
Por esta razón, es importante que tu limpiador facial asegure un equilibrio óptimo de los lípidos de tu piel. Si te maquillas puedes recurrir a la doble limpieza, que eliminará todos los restos de suciedad de tu rostro así como también el maquillaje.
Evita ingredientes como el alcohol no vegetal, los aceites minerales y los sulfatos muy agresivos, ya que podrían aumentar la sequedad y la deshidratación.
Aplica una buena crema hidratante
Además de la limpieza, otro paso que no puede faltar en tu rutina para prevenir las arrugas es la crema hidratante (3).
Tendemos a pensar que el cuidado facial es una acción puramente estética, pero los cosméticos son imprescindibles para mantener el factor natural de hidratación en perfectas condiciones.
Las cremas hidratantes no solo ayudan a sellar la hidratación de la piel y evitar la pérdida de agua transepidérmica sino que también la protegen de los radicales libres (como el sol, los cambios climáticos, la polución o la contaminación).
Usa protección solar a diario
Si quieres evitar las arrugas, aplicar protección solar en tu rostro es un paso que debes realizar a diario durante todo el año.
Solemos pensar que la intensidad de los rayos solares varía en invierno y en verano, pero realmente no es del todo así. Los rayos UVB sí pueden ser más intensos de las 10h a las 16h en verano, sin embargo, los rayos UVA son mucho más estables.
De ahí la importancia de proteger tu piel del sol a diario. El sol es el primer responsable del fotoenvejecimiento, es decir, de las arrugas provocadas por los agentes externos.
Los rayos UVA son los responsables del tono bronceado de la piel, ya que su acción penetra hasta las células cutáneas. Sin embargo, ese color dorado que nos parece tan atractivo no es más que una lesión solar (4) que, además, aumenta la pérdida de colágeno y favorece la aparición de arrugas.
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Para evitarlo, es importante proteger tu piel con un protector solar de amplio espectro (que neutralice tanto los rayos UVA como los UVB) y de alta protección solar (50) o muy alta (50+).
Además, proteger tus ojos con gafas de sol (5) también previene las arrugas alrededor del contorno de los ojos.
Al protegerte de la luz solar, las gafas de solar evitarán que fuerces la vista por culpa de los rayos solares, así como la aparición de arrugas de expresión (como las arrugas en la frente, las patas de gallo o el entrecejo).
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Bebe suficiente agua
Además de hidratar tu piel por fuera también es importante hacerlo por dentro.
Beber entre 1 y 2 litros de agua al día mantienen hidratadas las células y los tejidos de la piel, garantizando el correcto funcionamiento de sus procesos (6).
Si las células tienen la suficiente agua, la producción de colágeno y elastina se mantendrá en unos niveles correctos a fin de prevenir las arrugas al máximo.
Por otra parte, es importante también regular el consumo de alcohol, ya que provoca que el organismo se deshidrate, lo que puede traducirse con un aumento de sequedad en la piel.
Duerme 7-8 horas al día
Tener una higiene del sueño adecuada es muy importante para la salud de la piel. Durante la noche, el cuerpo (y todo el organismo) se repara y se recupera del cansancio diario.
En este proceso, además, aumenta el riego sanguíneo para que la piel se oxigene yrepare las posibles agresiones sufridas durante el día.
En cuanto a las arrugas, mientras dormimos, es el momento en que la piel produce más colágeno, la proteína que garantiza que esta esté firme y flexible.
Cuando tenemos problemas para dormir o no dormimos las suficientes horas, los efectos del cansancio enseguida se delatan en el rostro en forma de ojeras, hinchazón y tono apagado.
Por esa razón es tan importante mantener una rutina de sueño óptima (7). Por la mañana, la piel estará más descansada y luminosa, lo que también hará que se vea más joven y sin arrugas durante más tiempo.
Lleva una dieta sana y equilibrada
Una dieta sana y equilibrada, abundante en frutas y verduras de temporada, cereales integrales y semillas, aporta al organismo la cantidad de vitaminas, minerales, nutrientes y antioxidantes que necesita.
Esto también es muy importante para mantener en perfecto estado las funciones vitales de la piel, lo que ayuda a prevenir las arrugas al máximo.
Este tipo de alimentos pueden favorecer un exceso de sebo y provocar brotes de acné, por ejemplo. Pero, además, la piel también puede presentar sequedad, deshidratación y un tono ópaco debido a la falta de los nutrientes y vitaminas provenientes de frutas y verduras.
Son interesantes los alimentos ricos en vitamina D y aquellos con acción antioxidante (8), puesto que protegen la piel de los agentes externos y la fortalecen (cítricos, hortalizas, legumbres, el brócoli, etc.).
Evita el tabaco
Todos estamos muy concienciados de que fumar es malo para la salud así como que puede provocar graves enfermedades cardiovasculares o cáncer de pulmón.
Lo que no solemos tener en cuenta es lo mucho que influye el consumo de tabaco en la aparición de arrugas en el rostro (9).
Por otra parte, las más de 4.000 sustancias tóxicas presentes en el humo del tabaco reducen la producción de colágeno y elastina; lo que a su vez también puede provocar deshidratación en la piel.
La mejor manera de prevenir las arrugas en el rostro es no fumar, directamente. Evitando el tabaco estimularás la circulación sanguínea y recuperarás la síntesis de colágeno y elastina, lo que se traducirá en un rostro más luminoso, joven y suave.
Intenta reducir el estrés
El estrés también puede agravar la aparición de arrugas (10), todo por culpa del cortisol, la conocida como hormona del estrés, que liberamos cuando sufrimos nerviosismo o ansiedad.
Unos niveles altos de cortisol pueden inhibir la síntesis de colágeno así como ralentizar su producción, facilitando la formación de arrugas y la pérdida de firmeza.
Además, el cortisol también aumenta la producción de sebo de la piel, lo que puede agravar los problemas de las pieles grasas, como las imperfecciones, los granitos, los puntos negros o incluso el acné.
Para reducir el estrés es recomendable practicar ejercicio diario regularmente, como correr, ir en bici, pasear o practicar yoga. Además de fomentar la relajación de tu mente, el ejercicio aumenta la circulación sanguínea, por lo que comporta que los tejidos cutáneos reciban la oxigenación adecuada.