Reducir la gesticulación
Los ojos son una de las zonas del rostro más propensa a la aparición de arrugas y más sensibles al proceso del envejecimiento.
A pesar de que también entran en juego otros factores, el movimiento del músculo orbicular es el principal responsable de la aparición de las patas de gallo. En este sentido, ser consciente de tu gesticulación y limitar estos movimientos es la primera lección a tener en cuenta para evitarlas.
Los movimientos repetitivos provocan que la piel de la zona se pliegue, formando pequeñas líneas.
A partir de ahora, toca ser consciente de los gestos que hacemos a diario con los ojos: parpadeos excesivos, fruncir el cejo o entrecerrar los ojos, entre los más comunes.
Usa protector solar a diario
Un buen contorno de ojos también necesita protector solar para ayudar a evitar las patas de gallo, pues el sol es el principal responsable de la aparición de arrugas (1).
Sin embargo, un protector solar facial no siempre puede utilizarse en esta zona.
A veces, los protectores solares incluyen ingredientes que pueden resultar perjudiciales si entran en contacto con los ojos, como los perfumes.
Por ello, es imprescindible elegir uno, no solo de protección alta (SPF50) o muy alta (SPF50+), sino también que esté testado oftalmológicamente para que no provoque ningún tipo de irritación en contorno de los ojos.
Utiliza cremas específicas en tu rutina facial
Incorporar específicamente una crema para las patas de gallo es fundamental tanto para prevenir estas como otras arrugas de expresión que puedan afectar a la mirada, como las arrugas del entrecejo (2).
Eso sí, no vale cualquier crema. Antes de dejarte llevar por reclamos publicitarios, lee la etiqueta de tu producto y revisa que los ingredientes que necesitas estén en primer lugar de la lista INCI.
Entre los antioxidantes más potentes destaca la vitamina C, que, además, también previene la hiperpigmentación, ilumina la piel y estimula la producción de colágeno.
El ácido hialurónico es otro de los activos imprescindibles para reducir las patas de gallo, debido a su acción hidratante. De este modo, no solo previene la aparición de arrugas sino que realiza un efecto rellenador sobre las ya existentes (3).
También son interesantes los ingredientes que estimulan la microcirculación, como la cafeína, indicados para mantener la zona más tersa y desinflamada. Estos agentes, además te ayudarán a deshinchar las bolsas y borrar signos de cansancio.
Aplica correctamente los cosméticos
Tan importante es usar los cosméticos adecuados como aplicarlos correctamente para que sean eficaces.
Aplica siempre la crema en el hueso orbicular, realizando suaves toquecitos de tecleteo con las yemas de los dedos para estimular la microcirculación de la zona. No apliques la crema tirando de la piel ya que podrías provocar arrugas y flacidez.
Asegúrate de rodear con el producto toda la zona del ojo no solo el párpado inferior, algo fundamental si quieres evitar las patas de gallo.
Y si estas arrugas ya han hecho acto de presencia en tu mirada, pellizca muy suavemente la zona donde se encuentran para ayudar a alisarlas.
Recurre a remedios caseros
Además de la cosmética específica para las patas de gallo, existen también productos naturales muy eficaces para evitar su aparición y que seguramente tengas a mano por casa.
Estos remedios caseros pueden incluir algunos de los siguientes ingredientes:
- Aloe vera: mantiene la elasticidad de la piel y garantiza su tersura (4).
- Aguacate: ayuda a fortalecer el tejido cutáneo. Aplica directamente la pulpa triturada de un aguacate maduro en el contorno de los ojos y deja actuar durante 20 minutos.
- Papaya: es rica en vitamina C, estimula la producción de colágeno y contiene enzimas que facilitan la renovación cutánea. Aplícala triturada o mezclada con aceite de oliva y deja actuar 10 minutos.
- Clara de huevo: su acción reafirmante aporta un efecto lifting casi instantáneo (5). Antes de aplicarla, bátela hasta formar espuma y aplícala durante 10 minutos alrededor de los ojos.
Duerme boca arriba
La forma en la que duermes es también un factor que puede provocar la aparición prematura de las patas de gallo.
En este sentido, para evitarlas, lo mejor es dormir boca arriba, de manera que la piel no esté en contacto con la almohada.
Además de esto, también influye el tejido de la funda de la almohada. Elige tejidos como el satén en lugar del algodón que, en caso de que te muevas y provoques roces mientras duermes, ofrecerán menos resistencia con piel y evitarán los roces.
Evita el tabaco
Fumar es perjudicial para los pulmones, pero también para el resto del organismo, incluida la piel.
El humo del tabaco contiene miles de toxinas que inhiben la síntesis de colágeno, lo que provoca la aparición de arrugas prematuras, incluidas las patas de gallo.
Además, el tabaco también provoca la oxidación de las células de la piel, lo que comporta que esta muestre antes los signos de la edad. Por esta razón, los fumadores suelen envejecer antes que las personas que no fuman (6).
Si el humo del tabaco impacta directamente en tu rostro te obligará a entrecerrar los ojos para no irritarlos, un gesto que, como hemos visto antes, también favorece la aparición de las patas de gallo.