¿Qué son las cremas antiarrugas y para qué sirven?
Una crema antiarrugas es un producto cosmético en emulsión de agua y aceite formulada específicamente para actuar directamente en las zonas que ya presentan arrugas con el objetivo de rellenarlas y atenuarlas.
En este sentido, las cremas antiarrugas contienen ingredientes activos específicos que sirven para ayudar a reparar las zonas de la piel que ya presentan arrugas y prevenir su aparición, debido al proceso natural del envejecimiento biológico y ambiental (1).
Así mismo, una crema antiarrugas también ayuda a mantener la barrera natural de hidratación de la piel y su elasticidad, para evitar de este modo la aparición de futuras arrugas.
¿Cómo funcionan las cremas antiarrugas?
Las cremas antiarrugas actúan en las capas más superficiales de la piel para que esta se mantenga hidratada y nutrida, así como para preservar la barrera de protección natural de la dermis en perfectas condiciones.
Las arrugas se producen cuando esta barrera natural se desequilibra, ya sea por alteraciones cutáneas como la dermatitis o por procesos de deshidratación o sequedad puntuales. Si la piel no está hidratada, es más fácil que los surcos de las arrugas se profundicen y acaben instalándose de manera definitiva (2).
Para lograr su objetivo, las cremas antiarrugas tienen tres funciones primordiales en la piel:
- Combatir y rellenar arrugas
- Hidratar la piel
- Renovar la superficie cutánea
1. Combatir y rellenar arrugas
Las cremas antiarrugas contienen ingredientes activos específicos que estimulan la producción de colágeno y elastina en la piel, ambos dos imprescindibles para mantener la piel firme y elástica.
Con el paso de los años, la producción natural de estos dos elementos disminuye, agravándose cada año que pasa a partir de los 35 años, algo que favorece significativamente la aparición de arrugas y líneas de expresión.
Además, otros ingredientes fundamentales de las cremas antiarrugas son los activos antioxidantes, como la vitamina C o el té verde actúan sobre la piel como un escudo protector ante el sol, la contaminación o los cambios ambientales, principales responsables del envejecimiento cutáneo.
2. Hidratar la piel
La hidratación de la piel es fundamental para mantenerla elástica y evitar la aparición de arrugas (4). Si la piel está seca, no tendrá la suficiente agua que la mantenga rellena y será más vulnerable a estos signos.
3. Renovar la superficie cutánea
Muchas cremas antiarrugas incluyen agentes que estimulan la renovación natural de la piel (retinol o los ácidos AHA), que también se ralentiza con el paso de los años y es fundamental para eliminar células muertas así como para alisar las arrugas y hacer que se mantenga más suave, lisa y luminosa.
En resumen, usar una crema antiarrugas no solo ayuda a prevenir el proceso de envejecimiento, sino que mantiene también una piel sana.
A pesar de que el envejecimiento es algo natural e irremediable, atenuar las arrugas y prevenir su aparición está en nuestras manos con el uso de estos cosméticos.